[Enero 2025]
Realizamos el bonito recorrido de la Vía Ferrata de Penyaflor, K3+, en un tranquilo día de enero. El plan en esta ocasión ha sido compartir una jornada de actividad con Soraya. Descartando subir al Pirineo por mala meteorología el día en cuestión, nos dejamos caer por el Massís dels Ports, encontrando un día de invierno de temperatura agradable, si bien con viento presente.
La Vía Ferrata de Penyaflor K3+ se compone de dos tramos bien diferenciados. Un primer tramo equipado previamente de dificultad K3, con varios flanqueos, grapas verticales, dos puentes tibetanos, una pasarela y una pequeña trepada saliendo con una estructura de madera por el Pas dels Escarrissons. Y una vez aquí se puede seguir con el nuevo tramo equipado posteriormente, de dificultad K3+, con una primera escalera metálica suspendida en el aire, un puente tibetano y un estético flanqueo con agarres de roca naturales. Si bien el segundo tramo no es obligado y como alternativa o escape se puede seguir el sendero que permite terminar antes el recorrido.
[Croquis de la Vía Ferrata de Penyaflor K3+. Fuente: deandar.com]
Aparcamos en el parking habilitado para la vía ferrata, justo frente a una masía a salir a la izquierda en la carretera que va de Els Reguers hacia Alfara de Carles al pasar después del puente que cruza el río. En el mismo aparcamiento se encuentran las instrucciones de no pernocta en este punto, habiendo otro habilitado algo más arriba, así como la colaboración con los equipadores.
Tomamos el sendero con indicaciones que nos lleva en unos 20 minutos a pie del recorrido que nos interesa. Siguiendo marcas rojas y varias señales. Superando para ello algún paso equipado con cuerdas fijas y alguna cadena previos al recorrido como tal.
[Aproximación a la vía ferrata]
Llegamos al inicio de la ferrata. Equipados y listos empezamos a conectarnos al cable de vida. Un primer flanqueo a izquierdas nos dirige al cresterío, que superamos a continuación con un paso directo de grapas vertical que va entrando en materia.
[Superamos el primer tramo de grapas vertical]
Ahora sigue un flanqueo con cable de vida, utilizando agarres naturales que nos lleva a un segundo tramo de grapas verticales. Siendo este algo más largo y suave que el primero. Y que da acceso en lo alto a una corta pasarela que, a su vez, nos emboca al tercer tramo de grapas vertical con incluso dos o tres de ellas con algo de desplome.
[Segunda subida de grapas, travesía horizontal y pasarela]
Tras el tercer resalte vertical damos con el primer puente tibetano, de unos 25m. Bonito. Con vistas. Desde el que a su salida remontamos una pequeña trepada hasta la arista de roca y salimos a un segundo puente tibetano en la otra vertiente, de otros 20m. Y apuntamos de nuestra jornada, que el fuerte viento hacía algo incómodo a partir de ahora el resto del recorrido. Si bien decidimos seguir.
[Primer puente tibetano]
[Segundo puente tibetano]
Después del puente. Atravesamos a derechas un largo paso horizontal. Con un par de panzas que obligan a moverse un poco y hacen de este paso que podría ser de mero trámite una secuencia que nos parece bonita. Con buen patio bajo nuestros pies, con abundantes agarres naturales muy acertados y grapas y cadenas con las que ayudarnos sin despuntar más allá del grado su dificultad.
[Travesía horizontal con buen patio]
Y terminamos el primer tramo de la ferrata saliendo por una chimenea tumbada llamada el Pas dels Escarrissons. Que combina agares naturales, artificiales y una pintoresca escalera de madera. Saliendo así a un mirador en los alto desde el que continúa sendero con marcas rojas.
[Pas dels Escarrissons]
[Salimos a sendero y vemos a continuación la extensión equipada posteriormente]
Terminado este primer tramo, que se equipó en 2015, se puede seguir con el segundo tramo de 2019, que sigue en la tónica de lo anterior con algún que otro paso al que se le puede considerar un plus de dificultad. O bien seguir el sendero de salida.
Como Soraya se da por satisfecha, le acompaño hasta el punto donde se junta el sendero con el que baja de la extensión, donde quedamos y nos reencontramos en unos minutos. Así, por mi parte termino de catar el recorrido nuevo tras la última extensión, encarando el primer paso de escaleras metálicas.
[Inicio del segundo tramo de 2019, con unas escaleras metálicas en el aire]
Supero el primer tramo de acceso de escaleras. Con algún que otro paso largo que obliga a moverse bien. Saliendo así algo más arriba a una laja de roca que sigue en horizontal a derechas. Donde tiene lugar una bonita travesía que aprovecha muchos agarres naturales de esta roca calcárea tan agradecida.
[Bonita y entretenida travesía horizontal del nuevo tramo]
En medio de la travesía se encuentra un puente tibetano cortito, de unos 15m, y algún paso puntual de remonte vertical con pasos algo largos. Todo muy disfrutón. Aunque el viento ofrece unas ráfagas que empiezan a ser preocupantes y tienden a desequilibrar constantemente. Por lo que le doy brío y completo la travesía que queda hasta el final.
[Algún tramo vertical con pasos largos entre la travesía]
Y termino por salir a lo alto. Terminando aquí el cable de vida y el recorrido como tal de esta bonita vía ferrata. Solo me queda destrepar con ayuda de cadenas a buscar el sendero de bajada, donde me reúno con Soraya.
[Fin del recorrido y paso equipado con cadenas al sendero de bajada]
[Soraya y Toni ya en el sendero de bajada]
Reunidos de nuevo. No he tardado mucho. Contentos y satisfechos con la actividad. Decidimos no demorar la bajada y refugiarnos del fuerte viento antes que se nos lleve volando. Así que destrepamos con cariño el sendero de vuelta, que desciende con ayuda de cadenas en los primeros pasos verticales. Y siguiendo el sendero volveremos en menos de media hora al parking, poniendo fin así a la actividad de hoy. Con muy buen sabor de boca y con el placer de compartir actividad juntos. Disfrutando, a fin de cuentas, que tal vez la vida es eso. Por muchos días así. ¡Hasta la próxima!
[Detalle en el descenso, de las vistas al Massís dels Ports]
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