[Octubre 2018]
En el año 2018 viajamos a los Estados Unidos de América.
También denominados por su acrónimo USA o EEUU. No es necesaria excesiva presentación, pues dudo que nadie de este planeta lo conozca, pues hablamos del país que para bien o para mal es un hecho que en los últimos siglos ha predominado por ser la gran potencia económica mundial.
Se trata de un estado federal constituido el 4 de abril de 1.776, que actualmente está compuesto por cincuenta estados más el distrito federal independiente de Washington. Su población es de casi 10 millones de quilómetros cuadrados de superficie y lo habitan unas 335 millones de personas. Sus paisajes y sus ciudades son escenario de miles de películas. Y por su reciente creación y desarrollo -si lo comparamos con la historia de países europeos-, la naturaleza la encontramos quizá más salvaje con su fauna y flora menos años erosionada por el impacto del ser humano. En cierto modo, esto se refleja también en el carácter de sus habitantes, hijos del país del capitalismo, también salvaje, mezclando la posesión de armas, una gastronomía de excesos calóricos, vehículos con motores excesivos, etc. Puedes encontrar lo mejor y lo peor del sueño americano a escasos metros lo uno de lo otro. Toda una experiencia.
Así, con sus luces y sus sombras. Nos sumergimos en esta intensa aventura. Uno no sabe bien lo que le espera hasta que lo visita, pues tiene su propia energía, tanto la naturaleza como sus urbes. Impresionante. Para no olvidar. A mi personalmente me sorprendió para bien mucho más de lo que esperaba.
En esta ocasión lo visitamos en un intenso recorrido de unos 4.000kms en 10 días en los que visitamos la Costa Oeste, o West Coast como allí se la conoce, destacando ciudades y entornos naturales que nos apetecía visitar. Desde la ciudad de Los Ángeles, a Las Vegas, el Gran Cañón del Colorado, Nevada, el Death Valley, el Monte Withney 4421m, Yosemite y San Francisco. Esto es principalmente por la costa oeste -la West Coast como se la conoce-, por los estados de California, Nevada, Arizona y Utah.
Como toda gran aventura surgió de un arrebato con unos compañeros de trabajo. Una magnífica oferta 'low cost' de vuelo de ida y vuelta por unos 330€ por persona, unos días previos de planificación alquilando coche, reservando hoteles, tramitar el visado rápido tipo ESTA, sacarnos el carnet de conducir internacional en tráfico y cambiar un puñado de euros a dólares. Mi consejo es mirar con tiempo y darle vueltas a las opciones disponibles para conseguir un viaje que se ajuste al máximo posible a lo que uno busca de la experiencia, que permita sumergirte en tu destino, mezclarte con sus gentes, probar su gastronomía, conocer su cultura y tradiciones, huyendo de los tours y corredores turísticos en la medida de lo posible, buscando para ello las ofertas más ajustadas en busca de buena buena calidad-precio. Todos los gastos de este viaje en total nos ascendieron a unos 1.300€ por persona aproximadamente.
[La ruta aproximada que realizamos por la Costa Oeste de EEUU. Algo imprecisa, pues dimos una buena vuelta adicional por el Gran Canyon y algo de vueltas de costa en Los Ángeles]
Y esta es la locura que nos marcamos el grupo: Elena, Alberto, Soraya y Toni.
[Toni, Soraya, Elena y Alberto. Foto con nuestro sufrido coche en Beverly Hills]
Día 1. Vuelo de Barcelona a Los Ángeles, de unas 14h. Hemos tomado el vuelo por la tarde noche, por lo que este día está perdido en la cabina del avión. Al día siguiente llegaremos a nuestro destino, asumiendo los cambios horarios y desfases en general de tan largo trayecto.
Día 2. Visita a la ciudad de Los Ángeles. Llegamos por la mañana, el vuelo se ha demorado por una asistencia médica a pasajero que requirió de una escala forzada, lo primero es lo primero, y después de unas 14h de vuelo por fin hemos llegado a "LA".
Ya en tierra, alquilamos un pequeño coche para movernos esos días, a un precio ridículo sobre unos 160 dólares. Tratando de no abrumarnos por una 'highway' tipo autovía de siete carriles entre coches enormes. Entramos en la gran ciudad de Los Ángeles y nos instalamos en un típico hotel americano que teníamos reservado, el Dixie Hollywood Hotel, muy cerca de la Hollywood Avenue en West Hollywood.
Damos una primera vuelta turística por Los Ángeles. Empezando por un típico desayuno de tortitas con sirope de arce. Con las pilas ya cargadas visitamos el Monte Lee con su famosa insignia de las letras de Hollywood, subimos hasta el Observatorio Griffith y disfrutamos de las mejores vistas sobre la ciudad. De bajada pasamos por primera vez por el ostentoso barrio de Beverly Hills y nos vamos a ver un bonito atardecer en las playas en Malibú.
Y para terminar este completísimo primer día acabamos en el Muelle de Santa Mónica y Venice Beach.
[Empezamos el día con un buen desayuno a base de tortitas]
[Observatorio Griffith con las mejores vistas sobre la ciudad]
[Monte Lee y su famoso cartel con las letras de Hollywood]
[Atardecer en el Muelle de Malibú]
[En el Muelle de Santa Mónica y foto en el simbólico The End of the Route 66]
Día 3. Dedicamos el día a visitar la ciudad de Los Ángeles. Esta vez visitando el barrio de Beverly Hills y la Rodeo Street, entre altas palmeras y casas de lujo, para acabar almorzando en la famosa zona comercial que dio especial fama la película de Pretty Woman. Esta parte de la ciudad se encuentra claramente muy cuidada.
Continuamos descubriendo los contrastes de la ciudad. Visitamos el Distrito Financiero y la zona del Ayuntamiento, y con un buen paseo llegamos hasta Chinatown y El Pueblo donde se asentó el primer asentamiento mexicano de Los Ángeles.
De vuelta pasamos por unos bonitos jardines japoneses en la Japan Town. Y nos vemos de lleno en el impresionante asentamiento marginal de St. Pedro Avenue -más de una milla en línea de tiendas de acampada de personas sin hogar, mezclándose droga, necesidad y delincuencia- para conocer la otra cara del sueño americano.
Terminamos el día visitando el Paseo de la Fama de Hollywood, punto de interés imprescindible del mundo del cine que alimenta esta ciudad, donde se nos hace ya de noche.
[Algunas de nuestras comidas al puro estilo Norteamérica. Allí donde fueres haz lo que vieres]
[Beverly Hills y Rodeo Drive]
[Distrito financiero y funcionarial de Los Ángeles]
[Conocemos la otra cara de LA en St. Pedro Street. Donde miles de homeless se hacinan al margen del sueño americano que se levanta indiferente a escasos metros]
[Y terminamos en el Hollywood Hall of Fame]
Día 4. Último día en Los Ángeles, y nos vamos a Las Vegas. Subimos a visitar la zona de los Estudios de Cine. Decidimos no sumergirnos entrando en ellos ya que están planteados como parques temáticos y nos puede llevar todo el día por lo que curioseamos por varios de ellos las partes visitables a modo turismo. De vuelta buscamos algunas de los edificios que el cine ha utilizado para muchas producciones que a todos nos suenan.
[Estudios de Hollywood]
[Y curioseando las casas famosas de Hollywood]
Por la tarde, casi a la noche, nos mudamos de cambo base. Dejamos la ciudad de Los Ángeles y siguiendo la Highway número 15 nos dirigimos en unas cuatro horas a Las Vegas. Llegamos así al epicentro del insomnio ludópata norteamericano, sembrado de ocio y casinos por doquier, echamos unos dólares a las ruletas en un par de casinos y a dormir al Hard Rock Hotel Casino que habíamos reservado sorprendentemente a muy buen precio. Impresiona la cantidad de moles rascacielos y casinos construidos en medio del desierto. Neones en medio de la nada. La realidad supera a la ficción.
[¡Welcome to fabulous Las Vegas!] [Ruta en coche de Los Ángeles a Las Vegas]
Día 5. Visitamos el Grand Canyon, que conocemos como el Gran Cañón del Colorado. Salimos durmiendo poco y con una mala previsión, pues había un cambio de hora no prevista al cambiar de estado de Nevada a Arizona, por lo que la distancia que deberíamos haber recorrido en coche en 4h la hicimos en 3h para compensar y no perder la entrada al Antelope Canyon. Llegamos a tiempo y omitiremos los detalles de la velocidad a la que tuvimos que recorrer las carreteras por el desierto, de lo que solo serán testigo los autores y el sufrido coche que nos aguantó.
Visitamos el increíble Antelope Canyon, mediando la gestión del Pueblo Navajo que se encarga de ello desde la localidad de Page. Una preciosa formación que es todo un capricho que nos regala la naturaleza. La roca de tipo arenisca ha sido erosionada por las aguas del Río Colorado dando lugar a pasillos y formaciones inimaginables. Tiene mucha magia. Merece mucho la pena.
Con esta pincelada de Grand Canyon seguimos hasta el mirador de Horseshoe Bend, que viene a significar "la herradura", una caprichosa formación natural en una curva del río excavada sobre la tierra de unas gigantescas proporciones. La vista no da crédito.
Y seguimos hasta el Grand Canyon National Park Village, donde seguimos una serie de miradores y puntos de visualización sobre la inmensidad que es el Gran Cañón del Colorado. Es literalmente abismal. Desde el mirador de South Rim Point se aprecia un vacío que a los ojos cuesta de procesar, de cientos de metros de profundidad y cientos de quilómetros de basto terreno congosto desértico. Una imagen que guarda uno para siempre en la retina.
Y terminamos este intenso día, llegando de noche de vuelta al hotel en Las Vegas, tras casi 13h de coche. Eso sí, circulando los últimos cientos de kms por la famosa Historic Rute 66 entre Williams y Kingsman. Con parada necesaria a descansar y hacer algunas fotos en algunos de los muchos puntos decorados con motivos de la mítica Ruta 66, que recorre más de 3.000 kms de Chicago a Los Ángeles.
Cuando por fin llegamos al hotel no dejamos de echar unas últimas risas en un par de pintorescos y fluorescentes casinos en el insomnio obligado de Las Vegas.
[Llegamos al Grand Canyon. En medio del desierto]
[Antelope Canyon. Capricho natural fruto de la erosión. Sin palabras]
[El Horseshoe View Point, capricho de la naturaleza de gigantescas proporciones]
[Y el Grand Canyon en uno de sus muchos miradores sobre su extensión más amplia,
visto desde el South Rim Pont. Bestial la amplitud y profundidad del espacio que abarca]
[Y alguna otra captura de los increíbles paisajes del Grand Canyon,
que quedarán para siempre en nuestras retinas]
[El grupo en el Grand Canyon]
[Algunas fotos en la Historic Route 66, del tramo que recorrimos entre William y Kingsman]
[La ruta en coche alrededor del Grand Canyon]
Día 6. Visitamos el Death Valley. Para llegar hasta allí desde Las Vegas pasaremos hoy antes además por pueblos fantasmas abandonados de la época del viejo oeste, como Beatty y Rhyolite, o paranormales asentamientos alrededor, de donde se cree se oculta el Área 51. Todo ello atravesando horizontes de película y con momentos entrañables como un par de aviones cazas pasando rasantes en el desierto. Cosas de Norte América.
Llegamos hasta el corazón del Death Valley, hasta el Badwater Basin. Una cuenca geológica tipo depresión a una altitud de -86m, por debajo del nivel del mar, siendo el punto más bajo de norteamerica, y que da lugar en verano a temperaturas de más de 60ºC. Nosotros por suerte no tenemos tanto en esta época y aún rondamos los 40º. Solo hay que imaginar afrontar estas condiciones en otra época pasada con medios ajustados o simplemente tratando de cruzar este desierto a caballo. El Valle de la Muerte no se denomina así por casualidad.
Acabaremos el día cenando en Lone Pine, a las faldas de las más altas montañas de los EE.UU. continentales. Las chicas se buscan un hotel para pasar la noche. Los chicos tenemos otros jugosos planes.
[Hacemos algunas fotos por el vasto desierto de camino al Death Valley]
[Y llegamos a Badwater Basin, punto más bajo de EEUU, a -86m respecto el nivel del mar]
[Desierto de sal hasta donde alcanza la vista. Paisaje totalmente lunar]
[Ruta de Las Vegas a Death Valley y a Lone Pine]
Día 7. Ascensión al Monte Whitney 4421m y Sequoyas National Park. Poco antes de la madrugada del día anterior rediseñamos el plan de ataque a la cercana cumbre de la montaña que me quitaba el sueño. Y es que
tenía planeado ascender en dos jornadas ni más ni menos que el Monte Whitney 4421m de Sierra Nevada, la montaña más alta de los EEUU continentales, pero llegamos demasiado tarde ayer y ya de noche. Por lo que finalmente solo nos aventuramos a la ascensión Alberto y Toni, recorriendo los 34kms y 2.000m de desnivel de la ruta normal en unas 16 horas de actividad.
Muy cansados y con mucho sueño, pues por aprovechar las horas para la actividad anterior no dormimos, dedicamos la poca energía que nos queda a visitar por la tarde y hasta que nos alcanza la noche el Sequoyas National Park. Visita fugaz a la que nos hubiera gustado disponer de algo más de tiempo, pero así son las aventuras y contamos ni más ni menos que del tiempo que disponemos. Y así, tras abrazar un par de enormes secuoyas que no rodeamos ni entre los cuatro, vamos cerrando la ruta en coche hasta el hospedaje que encontramos ya fuera del bosque.
[Pasamos atardeciendo por el Parque Nacional de Las Sequoyas, donde se encuentran de los árboles más longevos y grandes del mundo, que aunque parece increíble pueden sumar miles de años, cientos de metros de altura y miles de toneladas de peso. Su gran energía se nota a su alrededor]
[Ruta en coche de Lone Pine pasando por Las Sequoyas hasta el hotel donde haremos noche]
Día 8. San Francisco. Madrugamos y llegamos con todo el día por delante para visitar San Francisco. No nos perdemos sus escalonadas y pintorescas calles escenario de cientos de persecuciones de coches, los históricos tranvías, el puerto y su fauna, la famosa Cárcel de Alcatraz y el archiconocido Puente Golden Gate de San Francisco. Una ciudad con su propia personalidad y vibraciones. Nos gustó mucho.
Y con el atardecer tomamos la autovía de vuelta a Los Ángeles. Esto se acaba.
[La cárcel de Alcatraz. Una energía muy difícil de describir se acumula densamente junto a la historia de esta famosa isla utilizada a modo de cárcel]
[Y tras pasar un gran día por la ciudad de San Francisco, buscamos un buen mirador para una foto para el recuerdo con el famoso puente Golden Gate]
[La ruta que hacemos hoy de San Francisco a Los Ángeles]
Día 9. Vuelo de vuelta de Los Ángeles a Barcelona. Dedicamos las pocas horas que tenemos por la mañana a despedirnos de Los Ángeles con un buen desayuno local en el famoso Randy's Donuts -quien no recuerda esa enorme rosquilla rodar tras cualquier apocalíptica película hollywoodiense- y a tomar el avión que nos devolverá a casa.
Con el giro del Globo Terráqueo perderemos un día entero tras el vuelo. Por lo que queda el día perdido dedicado a la vuelta. Como anécdota y dato a tener en cuenta con motivo de la rotación favorable del Globo Terráqueo, salimos de EEUU un día por la mañana y tras un vuelo de menos de medio día llegamos oficialmente al día siguiente casi a la misma hora que salimos, por lo que hemos perdido un día entero a la práctica.
[Nos despedimos de EEUU con un típico desayuno XXL de café y rosquilla]
Día 10. Llegamos a España. Se acaba este intenso viaje a la aventura. Para más bajón, trabajaba ese mismo día a un par de horas de llegar, por lo que tal como aterricé me acercaron a la oficina para poner fin a esta escapada del modo más brusco posible para el cuerpo y para el alma. A trabajar.
Espero que haya gustado nuestra experiencia y sirvan los consejos y la información compartida. Cada viaje y cada aventura es un sueño cumplido. No dejéis de soñar y que se cumplan todas aquellas locuras que en algún momento se os hayan pasado por la cabeza. ¡Hasta la próxima!
[Skyline de San Francisco desde el ferry a la Cárcel de Alcatraz junto a la bandera de EEUU.
Bonita estampa para despedir el viaje a todo cliché. ¡Hasta la próxima!]
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