[Agosto 2024]
Seguimos en el Valle de Aosta, en los Alpes italianos. En la jornada anterior ascendimos el Breithorn 4165m, en el Valle de Cervinia. Y para nuestro próximo objetivo, el Gran Paradiso 4061m, nos desplazamos al Macizo de Gran Paradiso. El Gran Paradiso es una montaña preciosa. Único macizo de cuatromil metros de altitud íntegramente en territorio italiano, dentro del parque nacional homónimo.
Es el objetivo principal por el que vinimos esta vez de visita a Alpes, por lo que nos hace especial ilusión al grupo su ascensión. Para ello recorreremos la ruta normal de ascenso, desde Pont, por el refugio Vittorio Emmanuele II, que fue la original en su primera ascensión en el año 1860.
La ruta la dividimos en dos jornadas. Primer día de ascenso de Pont al Refugio Vittorio Emmanuele II, que son unos 5kms y unos 770m de desnivel, en unas 2h de actividad. Segundo día de ascenso al Gran Paradiso 4061m, que son unos 5kms de ascenso y 1330m de desnivel, en unas 5h. Y posterior descenso a Pont, que son unos 10kms y 2100m de desnivel negativo, en unas 4h.
La ruta en total suma en dos jornadas unos 20kms y 2100m de desnivel.
El grupo que componemos para esta ascensión: Noe, Jordi, David, Joan y Toni.
Como la meteorología no era idónea retrasamos el ascenso un día a lo inicialmente previsto. Como disponíamos de algún día de margen para el inicio de actividad, no resultó un problema. Más bien un acierto, pues las condiciones que encontramos finalmente nos fueron del todo favorables.
Primera jornada. Partimos a media mañana en cuanto termina de llover. Todo según lo previsto. Dejamos atrás Pont y tomamos la cómoda pista que sube al Refugio Vittorio Emmanuele II.
Al poco pasamos por delante del Refugio Tetras Lyre. Para dejar la cómoda pista y empezar a subir por un sendero, bastante cómodo también, adoquinado en buena parte, que avanza seseando para ganar altura rápidamente.
En algo menos de 2h llegamos a un mirador sembrado de hitos y banderas de oración tibetanas. Agua brotando por todos los rincones. Desde aquí ya vemos algo más arriba, muy cerca, el refugio.
Hacemos noche en el Refugio Vittorio Emmanuele II. Comemos algo para reponer fuerzas y nos hidratamos. Disfrutamos del entorno con las cumbres destacables de Tresenta y Ciaroforno. Queda echar la tarde, socializar en el refugio y embuchar una rica cena. Iremos a dormir temprano para madrugar y dormir unas cuantas horas.
Segunda jornada. Nos levantamos a eso de las 3:30h de la madrugada. Mochilas listas. Desayunamos fuerte en el primer turno de las 4h. Y a eso de las 4:30h nos equipamos y empezamos a subir.
De noche nos adentramos en el pedregoso sendero de la ruta normal de ascenso, paralela al río. Con la luz de los frontales dibujamos una serpiente de luces en la oscuridad. Vamos ganando altura progresivamente, al principio más suave y pronunciándose por momentos.
Decidimos en un llano cómodo que es momento de encordarnos. Entramos en terreno glaciar. Aquí, ya nos encontramos muy cerca el Collado de Becca de Montcorvé. La punta denominada Becca de Montcorvé es la punta de roca que se alza imponente justo al borde del acantilado. Un capricho geológico asombroso.
Seguimos ascendiendo la pendiente de nieve, esquivando algunas grietas. Bajo la imponente presencia del enorme serac que se acumula algo más arriba, del que por suerte estaríamos fuera de su alcance en caso de caída del mismo.
Y así el glaciar nos deja a los pies de la zona de cumbre. Una abrupta sucesión de grandes bloques de roca que se amontonan hasta el punto más alto. Seguimos ahora la huella por terreno mixto de roca y hielo.
Hacemos cumbre en el Gran Paradiso, de 4.061m de altitud. La estampa es impresionante. Desde la cresta cimera hay una vertiginosa caída de 1500m a la cara este, que advierte que aquí no cabe el error. Así como podemos afirmar que no acumula dificultad técnica reseñable, hay que destacar lo aéreo del paso y lo expuesto del lugar. Un error aquí se comete solo una vez.
Muy contentos. Con el objetivo del día asumido, tratamos de inmortalizar el momento. Hacemos algunas fotos para el recuerdo. Foto de cumbre. Fotos al entorno. Nos grabamos en la retina los gigantes que nos rodean, a cuál con más renombre: Montblanc, Gran Combin, Cervino, Monte Rosa, etc. Sin un sentido religioso, aunque quizá algo de espiritual tiene, le damos un beso a la Maddonna por el regalo de ascensión que nos hace. Es la montaña y las fuerzas de la naturaleza la que muchas veces decide si se sube o no. Por lo que solo podemos agradecer la concesión que nos hace hoy. Gracias.
Hemos de seguir ahora con el descenso. La cumbre es estrecha y queda el paso delicado de salida, el famoso flanqueo con el culo al vacío más de mil metros, asegurado con colas de cerdo y algún parabolt. Progresamos con cuidado y salimos del paso en ensamble, recuperando cuerda. Destrepamos por roca y hielo y nos reagrupamos en el glaciar de vuelta a la nieve.
Una vez termina la nieve volvemos al sendero pedregoso. Nos quitamos los pinchos y seguimos por terreno seco. Nos queda ahora desandar la distancia que nos separa del refugio.
El tramo del refugio a Pont es simplemente delicioso. El Parque Nacional de Gran Paradiso es precioso. Seseamos por el sendero pavimentado perdiendo altura. Con la sensación agridulce de que hemos conseguido nuestro objetivo pero a la vez hay que volver a la civilización.
No podemos estar más contentos. Muy satisfechos. Terminamos esta jornada con otro cuatromil en nuestras mochilas. Nada más y nada menos que el Gran Paradiso, que era la cumbre por la que vinimos esta vez a los Alpes. Con la motivación a tope y pensando en la siguiente aventura. ¡Hasta la próxima!
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