[Junio 2022]
Ascensión a la cumbre del Ben Nevis, de 1345m, que es la mayor elevación y por tanto el techo, el punto más alto, del Reino Unido y de las Islas Británicas en su conjunto. Se sitúa enclavado en los Grampian Mountain -o Montes Grampianos- de las Highlands de Escocia.
Para su ascensión tomo la ruta normal, también denominada la Pony Track o la Tourist Route, que parte desde Glen Nevis y Ben Nevis Visitor Center de Fort William.
Se describe en datos -ida y vuelta- en unos 16kms, 1350m de desnivel y entre 6 y 8 horas. No hay que confiarse por la discreta altitud a la que nos elevamos, si bien la dificultad de la ruta radica en el desnivel a ganar y la longitud de la misma, por lo que hay que estar mínimamente en forma y dosificar las fuerzas. En el aspecto técnico es un ascenso que carece de dificultad en absoluto. Se trata, por lo tanto, de una buena excursión en un entorno de película.
Por poner contexto, me encuentro inmerso estos días en un Roadtrip por Isla de Man y Escocia en moto. Para ser sinceros, no dispongo de todo el equipo con el que me gusta emprender una ascensión por el hecho de estar de vacaciones y un poco 'de paso' por esta zona. Así que preparo la mini mochila de la que dispongo, agarro alguna muda de ropa de recambio, el impermeable, una manta térmica que siempre llevo conmigo, calzo las botas deportivas de caña baja y algo de beber y comer para el camino. A la vez, el día en el que estoy por la zona es realmente malo y una fea nube y lluvia constante no nos dejará ver la montaña en toda la jornada. Por lo que será una ascensión ligera.
Amanece en el camping Glen Nevis en el que he hecho noche. Empiezo a caminar desde este mismo punto a eso de las 6h de la mañana. Hace un tiempo estable de momento, lloviznea pero no llega a llover. Un día típico escocés. Es el día, vamos a aprovecharlo.
Sigo la carretera hasta el Youth Hostel coom referencia. Justo enfrente cruza el río un puente que da paso al atajo para tomar desde aquí la Tourist Route o ruta normal al Ben Nevis. Con cuidado de no resbalar por lo mojado del suelo y subiendo los peldaños de las piedras que a modo de escalones nos hacen ganar altura rápidamente.
Una vez en el sendero principal progresaremos en dirección Este a buscar el collado junto a un bonito lago. En la bifurcación tomaremos el sendero de la derecha para ascender por nuestra ruta prevista. No confundirse pues si seguimos por el de la izquierda iremos a la escarpada cara norte de la montaña.
Cruzaremos la cascada Red Burn. Un salto de agua precioso que cae desde lo más alto sobre rocas rojas que le dan el nombre. Sortearemos el paso de roca en roca para no mojarnos. Como referencia, se indica este punto como la mitad del recorrido y calcular que lo que hayamos tardado es aproximadamente lo que nos queda para la cumbre. Llevo cerca de 1,5h.
Continuando por el sendero me adentro en la cota a partir de la cual entro en la nube. A partir de ahora cero visibilidad, por lo que no hay que dejar el marcado camino en ningún momento. La tierra se torna pedregal y ascenderemos en estas condiciones hasta hacer cumbre.
Sesea el sendero en ocho curvas a modo de zetas para ganar el desnivel con mayor facilidad. Algo más arriba, se suaviza el desnivel. Estamos cerca de la plataforma cimera, el paso que se denomina el Five Fingers Gully. Una serie de hitos o mojones bastante grandes son la única referencia entre la niebla. Es muy importante no perder el sendero a partir de ahora, pues estamos rodeados de cortantes acantilados con caídas de más de 600m.
Cruzo un nevero. Sorprende a esta altitud, pero sí, no engañan los ojos entre tanta niebla, pisamos nieve.
Tras unos minutos se vislumbran unas ruinas. Esto indica que hemos llegado. Las ruinas son los restos de un antiguo observatorio astronómico ya destruido, justo en la cumbre. Y entre ellas se alza el vértice geodésico que indica que hemos llegado al punto más alto.
Hago cumbre en el Ben Nevis, a 1345m. Me encuentro así culminando la ascensión a la montaña y punto más alto del Reino Unido y el conjunto de las Islas Británicas. Alcancé esta cumbre en medio del paraíso natural que son las Highlands. Muy satisfecho, pues no deja de ser una jornada algo improvisada y con material más básico de lo que me gustaría. Obvio mencionar que las vistas en lo alto hoy no acompañan, si bien . el hecho de haber podido acometer con éxito la ascensión ya es un regalo.
Hace mucho frío para la estación del año y la altitud a la que me encuentro. A bajo cero a mil trescientos metros de altitud, en el mes de junio. Al menos, para lo que un habitante de la Peninsula Ibérica suele estar acostumbrado, que no daría con algo así en estas fechas sin subir a cotas mucho más altas. Toda una experiencia. Muy agradecido de haber podido vivirla. Absolutamente feliz de llevarme conmigo el Ben Nevis.
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