[Octubre 2026]
En el corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se esconde en Huesca uno de los paisajes más sobrecogedores del Pirineo: el Cañón de Añisclo, una profunda garganta excavada por el río Bellós entre paredes de más de mil metros de altura. Sus frondosos bosques, cascadas cristalinas y miradores naturales invitan a perderse en un entorno donde la naturaleza se muestra en su estado más puro.
El acceso principal, que es el que venimos a conocer en esta ocasión, parte de Escuaín o de San Úrbez, y las rutas de senderismo como el Camino de San Úrbez o el trayecto hasta la Ripareta permiten descubrir antiguos molinos, ermitas rupestres y pozas turquesas. En cada paso, el rumor del río acompaña al caminante, recordando que este cañón es, ante todo, una obra maestra del agua y el tiempo.
Visitar Añisclo es vivir una aventura sensorial: el frescor del bosque, el eco de las aguas, la luz filtrada entre hayas y abetos… Un lugar imprescindible para los amantes del Pirineo más auténtico.
La ruta que realizamos tiene inicio en el aparcamiento de San Úrbez. Completando la Ruta del Agua, continuando un buen trecho adentrándonos por el cañón y hasta el hayedo de Selva Plana poco antes de Ripareta. Si bien se puede continuar hasta Ripareta y hasta Fontalba, que sería el final geográfico del cañón. Realizamos 16kms, en unos 600m de desnivel, y nos lleva unas 5 horas a ritmo tranquilo.

Una vez completamos la vuelta de la Ruta del Agua seguimos adentrándonos al desfiladero por el sendero que progresa subiendo junto al río. Un agradable paseo con los mejores colores del otoño.
[Detalles del sendero y los matices otoñales]
Durante el recorrido se suceden una serie de cascadas y saltos de agua a cual más espectacular. Es algo insólito. Cómo de caprochosa ha sido la naturaleza haciendo que las aguas del río desciendan de este modo. Saltando, danzando de roca en roca, en movimientos espectaculares.
Y así, adentrándonos en el cañón, superamos el lugar de Cumaz y algo más arriba tras un par de repechos llegamos a la Selva Plana. Decidimis que es un buen punto para iniciar la ruta de vuelta, poco antes de la Ripareta. De seguir más adelante se llegaría a la misma y se puede llegar incluso hasta Fuenblanca, donde geológicamente termina el Cañón de Añisclo, si bien la excursión se amplía a unos 28kms. Como nuestro plan ronda para hoy unos 15kms, lo damos por bueno en este punto.
Y desandando el mismo sendero, con cuidado de no resbalar por las piedras mojadas, pregresaremos ahora de bajada el desfiladero y volveremos al punto de inicio. Previo un almuerzo que nos reponga alimento e hidratación necesaria. Para seguir disfrutando. Y con cierta nostalgia antes de terminar por tener que dejar este bello lugar. Todo sale según lo planeado. El día está mágico. Un otoño idílico, de lass mejores estampas otoñales que hemos visto. Solo mejorable parando a comer de paso por Buerba y disfrutando de la buena vida del Pirineo. Siempre acogedor. ¡Hasta la próxima!
[Con uno de los mejores otoños en nuestras retinas ¡Hasta la próxima!]

























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