30 de julio de 2014

MONTE PERDIDO 3355m. [DIA 2/3 - Ascensión al Monte Perdido]

[Julio 2014]


Amanece en el Refugio de Góriz. Nos despertamos a las 6:00 de la mañana y recogemos la tienda y todo lo que no vamos a necesitar en la ascensión, que dejamos en una taquilla del refugio. Cargados con el mínimo peso posible, partimos a las 6:45 h y la emprendemos con la fuerte subida (más de 1200m de desnivel) que nos ha de llevar a la cumbre del Monte Perdido, a 3355m de altitud. Ha amanecido raso y dan buen tiempo para todo el día, perfecto.

[Amanece en Góriz]

[Un día prácticamente raso. Recogemos la tienda y nos preparamos] 

Seguiremos la ruta normal de ascenso. Subiremos por la zona de las Escaleras, Ciudad de Piedra, Lago Helado y Escupidera hasta la cumbre. Intentaremos evitar riesgos innecesarios, teniendo en cuenta que no vamos a subir los crampones para aligerar peso ya que nos han informado en el refugio que es posible su subida rodeando los neveros. Así que los dejamos y esperamos que ello no nos comprometa.

[Salimos bien temprano, para la subida es mejor que haga fresco]

Hay que tener especial cuidado en esta montaña con la famosa Escupidera, una cuesta en el repecho final a la cumbre que se desplaza lateralmente dejando al vacío en caso de un resbalón desafortunado. No obstante, este elemento de riesgo se agudiza en invierno, cuando la nieve y el hielo lo cubre todo y resulta prácticamente imposible el parar una caída en este tramo, y por la fecha en que estamos debería de preocuparnos bastante menos, sin perderle el respeto.

[El sendero enfoca la subida hacia las primeras fajas que superar]

[Vamos adelantando algunos grupos para no entorpecernos en las grimpadas]

La subida es algo dura, ya nada más empezar hay que superar una serie de repechos o fajas, y el accidentado sendero se va inclinando. Este tramo se le conoce como Las Escaleras y es que el sendero, piedra a piedra, sube como a peldaños la calcárea del macizo.

[El sendero que sube por la zona de las Escaleras]

[Subiendo la zona de las Escaleras, a buscar la Ciudad de Piedra]

[Nos servirá de referencia el Pico Tobacor, a nuestras espaldas, para saber sobre qué cota estamos]

El sendero se inclina poco a poco hasta encontrarnos ante un paso que tendremos que grimpar, sin excesiva dificultad. Nos encontramos con algo de gente, un grupo que puede entorpecernos, y decidimos forzar un poco el ritmo para adelantarnos para que no nos lleguemos a agobiar los unos con los otros en pasos similares.

[Coincidimos con grupos que suben. Un problema en las grimpadas]

Zigzagueamos para ganar el desnivel que se presenta frente a nosotros y nos vamos acercando a lo que se conoce como La Ciudad de Piedra. Un mar de rocas de todos los tamaños, grandes, medianas, immensas y tarteras que caen de las colosales paredes que rodean el cuello por el que asciende el camino. Realmente parece una especie de ciudad a base de desprendimientos y avalanchas pasadas, debe de "acojonar" literalmente presenciar el momento en que estas moles rocosas decidieron llegar aquí.

[La Ciudad de Piedra. Un mar de rocas de todos los tamaños]

A base de contemplar el entorno nos perdemos. Sin darnos cuenta estábamos siguiendo a una pareja que iba delante nuestro por inercia y resulta que no sabía dónde iban. Cuando nos damos cuenta nos encontramos en el margen derecho de las rocas encajonados frente un nevero que no podremos atravesar y la muralla de piedra de otra de las muchas fajas de este macizo. Abajo, en el margen izquierdo de la Ciudad de Piedra se distingue el sendero por el que deberíamos haber progresado, por lo que no nos queda más remedio que desandar y ir a buscar tartera a través la senda correcta marcada con hitos.

[Consejo: No hay que fiarse del camino por donde va la gente. A veces van más perdidos que tú]

Ya en el sendero de nuevo, superamos varios pasos encajonados entre secciones rocosas y algún pequeño nevero que está duro y resbaladizo como el cristal. Hasta ahora vamos bien, esperemos que no nos falten las fuerzas más adelante por el esfuerzo gratuito del despiste en la Ciudad de Piedra.

[El sendero cruza algún nevero de nieve helada. No supone ninguna complicación]

Poco a poco vamos ganando altura. Como referencia tenemos el Pico Tobacor, al otro lado del Circo de Góriz, con sus 2779m, indicándonos a qué cota nos encontramos aproximadamente.
Arriba ya distinguimos la última faja, lo que nos indica que estamos cerca del Lago Helado. Seguimos el sendero ahora intentando no perdernos más, ya que hay varias hileras de hitos, no hay un camino único y definido.

[Atajando para ganar unos metros sobre el Lago Helado]

Atajamos en diagonal para ganar algunos metros sobre el Lago Helado y encarar la cresta final hacia la Escupidera y a la cumbre. Con un pequeña grimpada nos situamos en el margen derecho del corredor que sube hacia la escupidera. Nos encontramos por encima de los 3000m. Llevamos 2:30 horas.

[Vista del Monte Perdido des del Lago Helado]

Tal como nos había indicado el refugio había un buen nevero a partir del lago, pero se puede evitar y así lo haremos. Progresaremos por la cresta derecha del corredor y no pisaremos el glaciar. Reseguimos la cresta hasta que termina la roca, grimpando algún trozo y con precaución por la caída que hay a ambos lados de la cresta.

[Indicación a partir del Lago Helado]

[El Monte Perdido arriba, con la larga lengua de nieve en la Escupidera]

[Siguiendo la cresta]

A partir de la cresta entramos en la tartera. Esto es la Escupidera. La cresta por la que hemos subido desaparece y queda el lateral derecho expuesto al vacío de las murallas que antes evitábamos. Como antes comentaba, un error aquí puede ser fatal y así lo ha sido en incontables ocasiones, especialmente en invierno, por lo que hay que extremar las precauciones y ser prudentes.

[Ganamos altura rápidamente. El Cilindro de Marboré a nuestras espaldas]

[Abajo queda ya el Lago Helado]

[Por la cresta derecha para evitar el glaciar]

[Seguimos la cresta derecha hasta que solo podemos continuar por la tartera]

[El sendero se inclina cada vez más]

La tartera de la Escupidera es una subida muy pesada. Se asciende como se puede sobre piedra suelta de tartera, dando "un paso para adelante y otro hacia atrás". Es el tramo más duro de la subida, parece que no termina y cada vez se inclina más. Cada zigzagueo se hace más largo y menos evidente, se desdibuja el sendero y acabas por subir como puedes por piedra suelta. Un verdadero rompepiernas.

[Subiendo por la tartera, últimos metros con fuerte pendiente]

[Llegando al final de la Escupidera]

Vemos como cada vez está más cerca el cuello que une el Dedo del Perdido con el Monte Perdido y esa es la luz al final del túnel, aunque falte el aire, el final de la Escupidera. Y por fin, tras un buen rato de resoplar llegamos al cuello. Podemos ver a nuestra derecha el Monte Perdido a muy pocos metros ya, un último repecho y un pequeño nevero que superar y estamos en la cumbre.

[Recuperamos el aliento en el cuello anterior a la cumbre tras la fuerte subida]

[Últimos metros a la cumbre. Bastante gente también aprovecha el buen día para alcanzarla]

Hacemos el último esfuerzo y superando los metros que nos faltan llegamos al punto más alto del macizo. Hemos hecho cumbre del Monte Perdido, de 3355m de altitud, la montaña calcárea más alta de Europa, el tercer pico más alto de los Pirineos.

[La cumbre]

[Placa de la cima en el vértice geodésico]

Muy contentos, contemplamos las vistas y intentamos distinguir de entre los cientos de picos que nos rodean los que conocemos. En la cumbre hay un cortaviento de piedra y un vértice geodésico que indica el punto más alto. Hay bastante gente que, como nosotros, ha aprovechado el buen tiempo para subir este pico.
Nos hacemos la foto en la cima para el recuerdo, es un pico emblemático y lo hemos alcanzado. Éste es nuestro primer tres-mil, y este hecho añade más emoción al momento. Lo hemos conseguido y nos hemos puesto el listón un poco más alto.

[Foto de rigor en la cumbre del Monte Perdido, a 3355m. Para el recuerdo]

Ahora queda pensar en la bajada, hay que volver por donde hemos venido. Aunque dudamos un poco al principio pronto advertimos que es más sencillo bajar que subir la tartera, nos dejamos deslizar patinando en cada paso hasta que cogemos el punto y el esfuerzo ya es muy poco. Eso sí, vigilando no exponernos demasiado o un mal paso.

[Dejamos atrás la cumbre, ahora a pensar en la bajada]

[Las fotos no captan la inclinación de estos pasos]

[Descendiendo con cuidado la tartera de la Escupidera]

[El Cilindro de Marboré frente a nosotros. A sus pies el Lago Helado]

Rápidamente llegamos a la cresta por la que hemos subido y desgrimpándola llegamos al Lago Helado. Vemos como un grupo se aventura a bañarse el sus aguas, que por el nombre y la cantidad de hielo que lo rodea no deben ser muy acogedoras. 
A lo alto del lago vemos como tres montañeros se disponen a ascender el Cilindro de Marboré, cuyos pasos para llegar a lo alto son algo más picantes que los nuestros, y la mole que van a subir imponente.

[Un grupo dándose un baño en el Lago Helado, sobre los 3000m de altitud, ...frío frío]

[Foto con el paso de la Escupidera por donde hemos subido al Monte Perdido, que despunta arriba ]

Nosotros nos dedicamos a nuestro descenso, comemos algo ligero y continuamos. Ahora ya solo nos queda descender el sendero, esta vez sin atajos y sin despistes. Seguimos los hitos y atravesamos la Ciudad de Piedra sin complicaciones. Los caminos, bastante descompuestos todo sea dicho, nos permiten perder altura y con la referencia en frente del Pico Tobacor calculamos sobre qué cota nos encontramos y lo que queda por descender.

[Decimos adiós al Cilindro de Marboré mientras vemos alguien que intenta subirlo]

El calor va en aumento, el sol pica con fuerza y el sendero parece que no termina -sí que habíamos subido...-. No se desciende con la misma fuerza que se asciende y las rodillas lo van notando.

[Bajando lo que queda de la Ciudad de Piedra]

Finalmente, vemos como el sendero toma forma de peldaños y intuimos que el Refugio de Góriz ya no quedará muy lejos, apenas tres fajas hay que bajar y lo veremos.

[Bajando de cara al Pico de Tobacor]

Pensando en la cervecita fría que nos hemos ganado desandamos los últimos metros del sendero por el que esta mañana a primera hora subíamos bien motivados, y llegamos a los llanos del refugio. Hemos dedicado en subir y bajar un total de 6:30 horas.
Lo hemos conseguido, nos llevamos el Monte Perdido con nosotros.

[Llegando al Refugio de Góriz, ya estamos abajo]


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