12 de septiembre de 2024

Caducidad del material de montaña

Es un hecho que el material de montaña que utilizamos en nuestras actividades tiene una vida útil. Cuando nos equipamos con material para la práctica de alpinismo, escalada, vía ferrata, barrancos, espeleología o senderismo, hay que tener presente que el material caduca. No dura para toda la vida. Es por ello, que es fundamental la revisión, inspección y respetar los tiempos caducidad de cada elemento. De no hacerlo es precisamente la vida y la integridad física propia y de quienes nos acompañen lo que estaremos comprometiendo. 

[La cuerda, elemento crucial en la práctica de la escalada]

El material blando plástico caduca como norma general a los 10 años desde su fabricación o antes si se observa deterioro. Este tipo de elementos son, por ejemplo, el casco, raquetas de nieve, gafas, conectores plásticos, etc. 

El material blando textil caduca como norma general a los 10 años desde su fabricación o antes si se observa deterioro. Este tipo de elementos son, por ejemplo, la cuerda, arnés, las cintas cosidas, elemento textil de las cintas exprés, ropa, botas, material de acampada, mochila, etc. 

El material duro o metálico como norma general no caduca por fecha, sino que atenderemos a su estado, tales como por su desgaste, deterioro u oxidación. Este tipo de elementos son, por ejemplo, los mosquetones, piolet y crampones, aseguradores, descensores, empotradores, etc. 

En todo elemento de seguridad, por normativa, se debe contar con una etiqueta que identifique el número del año de la fecha de fabricación. Normalmente cerca de su homologación o país de fabricación. Y suele responder normalmente a los dos primeros números del número de serie del elemento (P.Ej: Nº 18010203, cuyos dos primeros dígitos son "18", esto será con año de fabricación 2018), o similar. Dato en base al cual calcularemos su vida útil. 

[Cada uno de los elementos de nuestro equipo debe ser revisado e inspeccionado]

Lo anterior se sobreentiende que es la norma general, por lo que habrá que acudir igual y previamente a las instrucciones que nos facilite el fabricante. Por ejemplo, el material de escalada se aconseja su caducidad también teniendo en cuenta su uso, siendo recomendado para un uso intensivo retirarlo al año, un uso moderado a los 5 años y como máximo a los 10 años, o incluso ligado al número de caídas al que lo hemos sometido. 

Por lo que cobra especial importancia guardar las instrucciones y recomendaciones de uso del fabricante de cada elemento. Así como formarse y practicar en el uso del mismo. 

[Formación y práctica, indispensable para el uso de elementos de seguridad]

Añadir, además que para un alargamiento de la vida útil del material hay que hacer hincapié en la limpieza y mantenimiento del mismo. Siempre con los productos adecuados. Incidir especialmente en los puntos débiles a revisar, por ejemplo en los puntos de rozadura de un aparato asegurador. 

Los tiempos de revisión se suelen sugerir idóneamente antes y después de cada uso. Los tiempos de inspección se suelen sugerir idóneamente una vez al mes y en profundidad una vez al año. Estos serán en ambos casos anteriores a nivel visual y funcional. Y para respetar estos tiempos es aconsejable organizar un calendario de revisiones e inspecciones de material. 

[Ejemplo gráfico de la frase "Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil" T.Reid]

Llegado el momento de retirar algún elemento de nuestro equipo, es recomendable inutilizarlo del todo, por ejemplo, cortarlo y tirarlo. Esto evitará que en caso de tentación se utilice posteriormente y así el riesgo innecesario que comportaría. 

Y huelga añadir, para terminar, que se desaconseja totalmente el uso de material de segunda mano o sin etiqueta del fabricante, especialmente en material de seguridad. Pues nunca sabremos fielmente su caducidad, uso y mantenimiento ha recibido el elemento de seguridad en cuestión. 

[Importante desechar material caducado, a riesgo de comprometer la seguridad de la actividad]

Espero haber podido arrojar algo de luz sobre el tema. Nunca está de más expandir el conocimiento adquirido. Siempre cada uno bajo su entera responsabilidad. Y si bien he podido ayudar a solventar alguna o a mejorar el conocimiento en materia de seguridad de otra persona, ya ha valido la pena. Seguimos.


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