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22 de julio de 2015

CALA DEL MOLÍ K3. Sant Feliu de Guíxols [Vía ferrata]

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- Cala del Molí K3. Sant Feliu de Guíxols [Vía ferrata] [Abril 2017]



[Julio 2015]

Seguimos con la actividad y esta vez vamos a tachar una vía ferrata que teníamos pendiente: La Cala del Molí, de Sant Feliu de Guíxols, equipada por Albert Gironès.

Esta vía ferrata se podría decir que es única en su especie. Se sitúa en la costa y desarrolla su recorrido colgada sobre el mar, en dos tramos -un primero de dificultad K2 y un segundo tramo de K3 con un paso interesante de desplome mantenido- sobre las aguas cristalinas de la Costa Brava.

Aparcamos alrededor del aparcamiento del puerto de Sant Feliu de Guíxols -evitando la zona azul todo sea dicho- y seguimos los carteles que nos llevan al inicio de la vía ferrata en unos 20 minutos.

[Vistas del mar des del mirador]

[Carteles e indicaciones a la vía ferrata]

El inicio parte a la derecha y se empieza a bajar por sendero descompuesto por el que ya encontramos cable de vida que nos guía. Al llegar al fondo de la cala, a pocos metros del agua, hay grapas y una serie de tramos al principio muy asequibles, que ya va bien para ir calentando.

[Inicio de la vía ferrata]

[Equipados y al lío]

[Destrepe por sendero hasta las primeras grapas]


[Pocos metros sobre el agua vemos indicado el inicio de la vía]

Vamos progresando por los tramos de grapas y cruzando los distintos puentes que hay instalados. El tema de los puentes le da vida y así se consigue atravesar de peñón a peñón rocoso de la cala.

[El primer tramo para calentar]

[Peculiares sensaciones junto al mar]

Como decía, el primer tramo de la vía ferrata no ofrece complicaciones. Se llega con facilidad a la escapatoria entre el primer y segundo tramo en el que quien no se vea para continuar puede salir.

[Agua cristalina, así da gusto]

[El primer puente. Se pasa sobre un tronco]

[Y el segundo puente, éste tibetano]

[Por ahí ya vemos el segundo tramo. El leve paso con desplome]

[Seguimos las últimas grapas del primer tramo, que termina en otro puente tibetano]


[Llegando al puente]

[El puente tibetano con el que finaliza el primer tramo]

[Ya en el otro peñón, habiendo cruzado el puente]

[De ahora en adelante se coge algo de altura para darle más gracia a la vía]

[En la bifurcación donde está la escapatoria. Hidratarse y seguimos]

Continuamos a por el segundo tramo que ha de ser de algo más de dificultad, y la línea continua con un ligero desplome mantenido, ganando altura, grapa a grapa. 

[Seguimos las cadenas para subir el desplome, el paso más exigente de esta pacífica vía ferrata]

[Por ahí va la subida]

[Hay bastantes chapas para colgarse del descanso. Vamos del tirón a por el paso]

Siguen una serie de flanqueos y un par de puentes tibetanos, en progresión siempre horizontal ya bordeando el peñón marino. Las vistas son un regalo, un emocionante mirador al Mediterráneo. 

[Uno de los flanqueos]

[No estamos solos, nos vigilan de cerca]

[El puente tibetano más largo de la vía. Interesante]

[La cosa se va acabando, qué lástima...]

[Un par de flanqueos más por grapas y llegaremos al fin de la vía]

[Y voilá! Vía Ferrata completada]


[Fotos para el recuerdo. Buen equipo]

[Un buen día de montaña en la playa]

En aproximadamente hora y media se completa el recorrido, en nuestro caso a ritmo tranquilo y pausas para las fotos, disfrutando. Tiene su aliciente por esa mezcla de mar y montaña que ofrece.

Al acabar, salimos donde habíamos iniciado el recorrido. Objetivo conseguido!
Ya que estamos aquí aprovechamos el día para comer y darnos un buen baño por la tarde, que el calor ha estado presente y es lo que más apetece.