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18 de agosto de 2015

BAUMES CORCADES K4/K5, Centelles [Vía Ferrata]

[Agosto 2015]

En lo que va de agosto, lleno de actividades de montaña, no nos hemos podido resistir a una vía ferrata de renombre. Terminamos por visitar la Baumes Corcades, de K4/K5, en el municipio de Centelles. Esta vía ferrata destaca sobretodo por un impresionante puente nepalí de 68m, diversos desplomes y un paso de techo mediante escalera metálica bastante particulares.

Se llega atravesando el municipio de Centelles en dirección Sant Feliu de Codines y, justo al salir del primero, se busca el Mas Banyeres. Seguimos las indicaciones a la vía ferrata y llegaremos a un cartel informativo desde donde empieza la misma, aquí aparcamos. 

[Cartel informativo]

[Indicaciones a la vía ferrata]

Siguiendo el sendero con marcas amarillas y rojas iremos progresando a lo largo del recorrido. Nuestra intención -y así lo hacemos- es hacer la vía ferrata al completo, con sus cuatro tramos, y aprovechar del todo la experiencia. Cabe decir que hay varias escapatorias para quien no se vea capaz de continuar en algún tramo. 
Llegamos al primer tramo y se abre ante el sendero una pared de roca con las primeras grapas. Se trata de dos pasos que suman unos 60m de ascenso. Buen comienzo.

[La primera pared, Tram del Quicarell, aquí empieza la ferrata]

[Las primeras grapas suben por ella]

[Vamos allá!]

[Saliendo del primer paso]

[Segundo paso]

[Saliendo del segundo paso, fin del primer tramo]

Se abre ahora sendero de nuevo y sobre nosotros al frente se aprecia el conocido puente nepalí de casi setenta metros de esta vía ferrata. Andamos un poco hasta las grapas que dan acceso al puente, que son un flanqueo a izquierda combinando grapas y la propia roca, y que tiene su punto.

[Vista del puente nepalí desde abajo, antes de subir]

[Acceso al puente nepalí]

[A por ello!]

[Cristian subiendo las grapas al puente]

Superadas las grapas de acceso, se llega al puente nepalí. No hace falta decir mucho más de lo que se ve en las imágenes. Son 68m de cable suspendido entre las dos paredes expuesto al viento y con unas vistas magníficas. Un paso de esos que quita el hipo a cualquiera.

[Encarando el puente nepalí]

[Ya en la otra banda, completado el puente. Se hace larguísimo]

[Es el turno de Cristian]



[Algunas fotos cruzando el famoso puente]

Superado el puente hay que continuar un largo flanqueo lateral por la roca, con un par de subidas y bajadas de grapas hasta que termine el segundo tramo de la vía ferrata.

[Pasos preciosos]

[Algún paso de ascenso y de descenso por grapas]

[Hay que seguir el cable por la roca hasta que termine el segundo tramo]

[Tramo de grapas]

Volvemos a salir a un sendero y con alguna grimpada sencilla damos a una carretera. Paramos a comer algo y reponer fuerzas. Hemos ganado altura y las vistas son muy buenas.

[Ahí abajo queda Centelles. Al fondo se aprecia el Matagalls y el Montseny]

[Del segundo tramo hemos de volver hacia aquí, a buscar el peñón de la cumbre]

Seguimos hacia lo alto del Puigsagordi, que es el peñón con la bandera en lo alto. Un sendero sesea hacia un techo, conocido como Tram de l'Escala, con un paso con escalera bastante peculiar. Este paso y el siguiente suponen los desplomes más exigentes de toda la ruta a mi parecer.

[Se puede ver el paso que progresa bajo el techo de roca]

[Visto desde debajo]

[Superadas las grapas, ya a tocar de la escalera]

[Cristian me sigue de cerca]

[Aquí estamos ya en la salida por encima de la escalera. Interesante paso]

Para salir del segundo tramo un último desplome. Un paso corto pero intenso.

[Último desplome del tercer tramo]

[Saliendo del tercer tramo como unos leones]

Para llegar a la cumbre queda un cuarto tramo corto y simbólico para llegar a base de grapas hasta la cima. Éste no presenta ninguna dificultad y supone más las gracia de llegar hasta arriba por vía ferrata que la dificultad.

[Llegando a la cumbre]

[Nos vemos arriba]

Y llegamos a lo alto del Puigsagordi, a 984m, un pequeño peñón a modo de cumbre que pone fin a la vía ferrata de Baumes Corcades. Nos hacemos algunas fotos y disfrutamos de las vistas. El lugar es un fantástico mirador. 

[Foto en la bandera de la cumbre del Puigsagordi]

[Perfecto mirador a Matagalls y Montseny]

[Detalles de la cumbre]

[Ahora solo queda el descenso]

[Seguimos la pista. Unas amigas de despiden sin perder bocado]

Descendemos por la carretera aunque al rato nos damos cuenta que da mucho más rodeo que el descenso por el camino. De nuevo en la civilización, casi en Centelles, dos chicas en coche se ofrecen ante nuestro auto-stop a llevarnos hasta donde habíamos aparcado el coche: gente maja hay en todas partes.

[Nos despedimos del Puigsagordi y de la ferrata que esconde en sus paredes]

22 de julio de 2015

CALA DEL MOLÍ K3. Sant Feliu de Guíxols [Vía ferrata]

Otras en Vía Ferrata Cala del Molí:
- Cala del Molí K3. Sant Feliu de Guíxols [Vía ferrata] [Abril 2017]



[Julio 2015]

Seguimos con la actividad y esta vez vamos a tachar una vía ferrata que teníamos pendiente: La Cala del Molí, de Sant Feliu de Guíxols, equipada por Albert Gironès.

Esta vía ferrata se podría decir que es única en su especie. Se sitúa en la costa y desarrolla su recorrido colgada sobre el mar, en dos tramos -un primero de dificultad K2 y un segundo tramo de K3 con un paso interesante de desplome mantenido- sobre las aguas cristalinas de la Costa Brava.

Aparcamos alrededor del aparcamiento del puerto de Sant Feliu de Guíxols -evitando la zona azul todo sea dicho- y seguimos los carteles que nos llevan al inicio de la vía ferrata en unos 20 minutos.

[Vistas del mar des del mirador]

[Carteles e indicaciones a la vía ferrata]

El inicio parte a la derecha y se empieza a bajar por sendero descompuesto por el que ya encontramos cable de vida que nos guía. Al llegar al fondo de la cala, a pocos metros del agua, hay grapas y una serie de tramos al principio muy asequibles, que ya va bien para ir calentando.

[Inicio de la vía ferrata]

[Equipados y al lío]

[Destrepe por sendero hasta las primeras grapas]


[Pocos metros sobre el agua vemos indicado el inicio de la vía]

Vamos progresando por los tramos de grapas y cruzando los distintos puentes que hay instalados. El tema de los puentes le da vida y así se consigue atravesar de peñón a peñón rocoso de la cala.

[El primer tramo para calentar]

[Peculiares sensaciones junto al mar]

Como decía, el primer tramo de la vía ferrata no ofrece complicaciones. Se llega con facilidad a la escapatoria entre el primer y segundo tramo en el que quien no se vea para continuar puede salir.

[Agua cristalina, así da gusto]

[El primer puente. Se pasa sobre un tronco]

[Y el segundo puente, éste tibetano]

[Por ahí ya vemos el segundo tramo. El leve paso con desplome]

[Seguimos las últimas grapas del primer tramo, que termina en otro puente tibetano]


[Llegando al puente]

[El puente tibetano con el que finaliza el primer tramo]

[Ya en el otro peñón, habiendo cruzado el puente]

[De ahora en adelante se coge algo de altura para darle más gracia a la vía]

[En la bifurcación donde está la escapatoria. Hidratarse y seguimos]

Continuamos a por el segundo tramo que ha de ser de algo más de dificultad, y la línea continua con un ligero desplome mantenido, ganando altura, grapa a grapa. 

[Seguimos las cadenas para subir el desplome, el paso más exigente de esta pacífica vía ferrata]

[Por ahí va la subida]

[Hay bastantes chapas para colgarse del descanso. Vamos del tirón a por el paso]

Siguen una serie de flanqueos y un par de puentes tibetanos, en progresión siempre horizontal ya bordeando el peñón marino. Las vistas son un regalo, un emocionante mirador al Mediterráneo. 

[Uno de los flanqueos]

[No estamos solos, nos vigilan de cerca]

[El puente tibetano más largo de la vía. Interesante]

[La cosa se va acabando, qué lástima...]

[Un par de flanqueos más por grapas y llegaremos al fin de la vía]

[Y voilá! Vía Ferrata completada]


[Fotos para el recuerdo. Buen equipo]

[Un buen día de montaña en la playa]

En aproximadamente hora y media se completa el recorrido, en nuestro caso a ritmo tranquilo y pausas para las fotos, disfrutando. Tiene su aliciente por esa mezcla de mar y montaña que ofrece.

Al acabar, salimos donde habíamos iniciado el recorrido. Objetivo conseguido!
Ya que estamos aquí aprovechamos el día para comer y darnos un buen baño por la tarde, que el calor ha estado presente y es lo que más apetece.