[Noviembre 2024]
La ruta realizada en esta ocasión transcurre por el Bosc del Gerdar. Magnífico bosque de abetos situada en la comarca del Pallars Sobirà, concretamente en la cara umbría de la montaña Pui de la Bonaigua, extendiéndose como la ramificación este de los bosques conocidos como la Mata de València.
[El Bosc del Gerdar]
Planteamos esta excursión partiendo desde Refugi de Gerdar, atravesando el Bosc de Gerdar y hasta el Mirador del Salt del Gerber, volviendo por el mismo recorrido. En total una ruta de unos 6,5 kms con un desnivel de 335m, que se realiza en unas 2h a ritmo tranquilo de paseo disfrutando del entorno.
Aparcamos enfrente del Refugi de Gerdar. Justo donde inicia la ruta. Tomamos el sendero y seguimos los numerosos carteles sin pérdida. Adentrándonos desde el principio en el espeso abetal al abrigo del bosque. Tenemos por delante un día frío por vertiente norte, con temperaturas bajo cero toda la mañana, por lo que nos equipamos para disfrutarlo.
[Tratando de captar la energía del Bosc del Gerdar]
Transcurrimos llaneando primero por un estrecho sendero, con algún sube y baja que se van sucediendo. Al poco la senda se ensancha y se va haciendo un cómodo y ancho camino. Un disfrute.
Daremos a cruzar la carretera y seguiremos por el camino que nos lleva a la cascada del Salt del Gerber. Primero por camino amplio, que pasa a ser rocoso en algún tramo y salvando los cruces de las aguas de los barrancos que bajan por varias pasarelas de madera -con cuidado, que la madera húmeda resbala-.
[Cruzamos varias pasarelas de madera y algún tramo de terreno rocoso]
Llegamos al Mirador del Salt del Gerber. Un último repecho y unos peldaños empinados nos sitúan en el mirador casi al batir de las aguas que bajan del Barranco del Gerber. Impresionante salto de agua formado por el desnivel que resultó de la erosión de los antiguos grandes glaciares pirenaicos.
[El Salt del Gerber]
[Y alguna foto para el recuerdo de esta bonita jornada]
Para la vuelta desandaremos nuestros pasos. Cerrando esta preciosa ruta que transcurre prácticamente en su integridad por el corazón del bosque de abetos. Respirando su energía y su fuerza. En total tranquilidad y pureza. Pirineo y sus rincones nunca defrauda.
[Dejamos atrás la cascada]
[Y volvemos nuestros pasos por el Bosc del Gerdar. ¡Hasta la próxima!]
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