Seguimos en Noruega. La subida hace unos días al Preikestolen y Neverdalsfjell 706m fue de lo más bonito, así como todo lo que estamos viendo y viviendo, en sus entornos y ciudades, en este exuberante país geológicamente hablando. Entre una de las actividades en entorno natural que preparamos se encuentra la jornada de hoy: Visita a Jostedalsbreen, el glaciar más grande de la Europa Continental, con una extensión que cubre 487 km² de hielo que se sitúa entre cotas 350m y 2018m, con espesores de hasta 600m de nieve acumulada. Solo estos datos ya impresionan.
Una muy fácil ruta nos permite visitar el Jostedalsbreen, por su accesible lengua glaciar de Nigardsbreen. Entramos en el Parque Nacional de Breheim. Des del aparcamiento habilitado accederemos en unos 3kms sin desnivel y poco más de media hora andando a las faldas de tal coloso de hielo.
[Lengua glaciar de Nigardsbreen, bajante del glaciar de Jostedalsbreen]
[Foto para el recuerdo. Núria, Soraya y Toni en Nigardsbreen]
Venimos de visita a este único lugar como pocos hay y cada vez menos quedan. Entramos al Valle del Río Breelvi en dirección al Nigardsbreen. Hay un peaje para cceder con el coche de 50kr (5€). Una vez en el aparcamiento hay opciones, se puede aproximar la mitad del recorrido en barco, contratar servicios de guía con los que pisar el principio de la lengua glaciar, o acceder andando por medios propios hasta las faldas del glaciar. Optamos por la última opción y un breve sendero nos permite sin problemas llegar a tocar del hielo.
[Visitamos el Breheimsenteret Glaciar Center, para empaparnos de información]
Una vez en el aparcamiento tomamos el sendero que rodea el lago por la derecha y se dirige directo en 3kms y sin desnivel hasta la lengua glaciar. Se encuentra señalizado con marcar rojas y la típica "T" de la DNT Federación Noruega de Excursionismo. Sendero que alterna algún paso sobre las lisas rocas y equipa algunos peldaños para mayor accesibilidad del camino.
[Vistas del Nigardsbreen des del aparcamiento]
[Detalles del sendero]
[Vistas sobre el lago]
En poco rato pasaremos el embarcadero donde llega el barco que ataja parte del recorrido que hemos hecho andando. Nos queda aproximadamente la mitad por recorrer hasta la lengua glaciar. Ya vemos indicaciones de precaución al aproximarse al hielo, por desprendimiento de seracs, por caída en grietas, por caída al río y ante subidas del nivel del agua a efecto tsunami por caer hielo o piedra.
[Carteles de advertencia]
[Cada vez más cerca]
[Se aprecian ya cordadas que suben a pisar el hielo del glaciar]
[Río de deshielo del glaciar, baja con mucha fuerza]
De este modo llegamos al final del sendero. Y punto más próximo al hielo glaciar que nos queda a tocar. Al estar tan cerca han acordonado la zona por precaución y evitar los riesgos indicados. En principio el grupo aquí nos quedamos, observando de muy cerca tal maravilla de la naturaleza.
Por mi parte me adelanto unos metros más, trepando un poco hasta alcanzar el hielo glaciar para tomar algunas fotos y descubrir lo impresionante que resulta.
[Ya hemos llegado al límite. Acordonado por seguridad]
[Me aproximo del todo trepando y evitando el río que baja por todas partes]
[Y llego al hielo del glaciar]
[Impresionante]
[El tono azul del hielo indica su alta compresión, típico en hielo glaciar]
[Captando los detalles y mostrando mis respetos a la naturaleza]
Accedo de este modo del todo al hielo glaciar. Se puede contemplar claramente el tono azulado del hielo, conocido como "hielo azul". Este fenómeno es bien interesante. Se debe a la alta compresión a la que se somete el hielo por acumular encima peso de más nieve y que hace que sus partículas estén más juntas que las del hielo común o de la misma nieve.
Los colores comunes suelen ser los siguientes. El blanco de la nieve se debe por tener microcristales y burbujas de aire que reflejan el espectro de luz en todas direcciones y al mezclarse generan luz blanca por la suma de todos los colores. El hielo es translúcido, que no transparente, por tratarse de agua sin movimiento como el caso de la nieve y cristaliza de forma más ordenada aún con burbujas de aire, de modo que al dejar pasar la luz son menores las partículas luminosas que chocan y rebotan contra las moléculas del hielo, viéndolo casi transparente.
Por el contrario, el hielo azul fruto de la alta compresión a la que se ha sometido, tiene que ver con el hecho que apenas quedan burbujas de aire en la composición del mismo y la luz penetra directamente en el hielo casi puro. Sin dispersión por dichas burbujas la luz se absorbe hacia las partes más profundas y en este camino a las profundidades del hielo se van quedando por el camino los fotones rojos, verdes, amarillos que tienen menos capacidad de penetrar que los fotones azules que van sobreviviendo. Es decir, la luz blanca se va dividiendo hasta que al final solo llega la luz azul, la cual se refleja generando ante nuestros ojos este efecto en forma de hielo de color azul tan hermoso.
[El hielo azul y justo debajo se aprecia una potente cascada de agua bajo el glaciar]
Tras esta breve lección de ciencia vuelvo a tierra firme con el grupo y con las fotos hechas algo más cerca. Impresionante la fuerza con la que baja el agua justo debajo del glaciar y que me asomo y veo que forma una potente cascada que va a caer al bravo río pocos metros más abajo. Caerse ahí sería cosa seria. Vuelvo con los deberes hechos.
[Mirada a la lengua glaciar. Cascadas de agua por todas partes]
Tras un buen rato de observación va siendo el momento del regreso. Volvemos por el mismo sendero que nos ha traído hasta aquí. Como curiosidad ayudamos a mover un par de buenos bloques de piedra a una guarda del parque, dice que bajan un poco más el cordón de seguridad ante la perspectiva que va a caer un bloque de hielo en cualquier momento y esto levantaría las aguas del río, por seguridad.
[Ayudando a la guarda a colocar las señales de prevención]
[Ponemos camino de vuelta]
Volvemos así al aparcamiento. Vamos dejando atrás el glaciar y nos llevamos una bonita experiencia. Esperemos que el ciclo de calentamiento global que vivimos los últimos tiempos nos permitan disfrutar de estos hielos testigos del paso del tiempo y no se nos desvanezcan ya más. Como decían irónicamente en el Breihemsenteret Glaciar Center no hay que preocuparse que cada 10.000 años hay una Edad de Hielo. La cuestión es si a este ritmo de insostenibilidad nosotros estaremos entonces.
[Nos despedimos del Jostedalsbreen y la lengua Nigardsbreen por la que baja]
[Descenso al aparcamiento]
[Una última mirada. Hasta la próxima]
No hay comentarios:
Publicar un comentario